domingo, 19 de agosto de 2007

26 de mayo

Hoy recibí una carta de mi padre en la que me contaba de la muerte de una persona. Con palabras graves me decía que debía viajar a Perú ya que no podía informarme la identidad de esta persona si yo no me hacía presente. Cuando recibí la carta y estas palabras graves a las que mi padre no me tenía acostumbrado, pensé en mi madre. Bajé rápidamente y fui al locutorio a telefonear a Perú. En ese momento los tono que me daba el teléfono parecían de una longitud inapropiada, eran interminables. Mi madre resucitó y la alegría me hizo prometerle que ni bien pudiera arreglar algunos problemas que tenía en Buenos Aires viajaría a Lima para descubrir al muerto.

(Los problemas que me retienen en Buenos Aires son ficticios, disfrazan al único inconveniente que me aqueja que, es el de no contar con el dinero que me permita comprar ese pasaje).

(Creo que tardaré un mes en conseguir el dinero. Ya lo arreglaré. El problema es como sobrellevar esto de ir a buscar un muerto sin conocer su identidad. Desde que llegué a Buenos Aires tantos conocidos habían muerto. ¿Cuál es la razón por la que mi padre quiere que viaje a Lima?).

Yo suponía que el Perú se iba a poner feo por eso mismo me vine a vivir a Buenos Aires (no es el paraíso pero, todavía se puede vivir). El otro día me puse a hacer la cuenta de los conocidos que habían muerto en Perú desde que yo vine a vivir aquí. 13 son los muertos. Todos crímenes.

¿Quién puede haber muerto? ¿Por qué no me lo puedo decir por teléfono y ya?. Estas preguntas me las voy a hacer durante todo el mes...puta madre.....

1 comentario:

Anónimo dijo...

BUE...POR AHORA QUE PUEDO DECIR....ESPEREMOS

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